Una caries forma cavidades en las piezas dentales y pueden llegar a afectar al nervio. Esto puede ocasionar dolor, inflamación, movilidad, sensibilidad térmica, flemones, etc.

Todo esto, si no se trata, conlleva a la pérdida del diente.

La endodoncia es un tratamiento consistente en eliminar el tejido pulpar de la pieza dental y sustituirlo por un relleno inorgánico para garantizar la hermeticidad interna de la pieza.

Los pasos de una endodoncia, son los siguientes:

Paso 1. Después de anestesiar el diente dañado, se realiza una pequeña abertura y se eliminan las bacterias o infección del interior del diente y sus raíces.

Paso 2. Una vez está limpio, se procede un meticuloso sellado.

Paso 3. Se rellena el diente y sus raíces con un material especial.

Aquí queda concluido el tratamiento de endodoncia, pero el diente necesita ser restaurado en cuanto a su función y apariencia. Puede requerir de una obturación estética, reconstrucción o corona.

La pulpa contiene vasos sanguíneos y nervios.

Puede infectarse por una caries profunda o por una enfermedad periodontal.

Hay que estar alerta cuando una pieza dental comienza a cambiar de color o hay dolor al comer.

También puede ser una señal de alarma sentir molestias al tomar una bebida fría o alguna infusión muy caliente.

• Aplicamos anestesia tópica o inyectable si el paciente lo solicita por molestias.
• Utilizamos ultrasonidos para la eliminación de la placa o sarro.
• Eliminación de manchas con bicarbonato.
• Si quedaran restos de manchas, se utiliza un cepillo o copa de goma con pasta de profilaxis.
• En casos de pacientes fumadores y con muchas manchas, insistimos hasta obtener un buen resultado.
• Colocamos flúor durante 1 minuto en cubeta.
• Cuando realizamos la higiene dental, un profesional valorará el estado de sus dientes por si hubiera necesidad de tratamientos como: blanqueamiento, ortodoncia o prótesis, que pudieran servir para mejorar su estética.
• Damos instrucciones al paciente sobre higiene oral: técnica de cepillado apropiada y utilización de productos específicos en cada caso.
• Según las necesidades de cada paciente, le recomendamos el uso de productos como dentífrico, colutorio, seda dental, cepillos interproximales, tipo de cepillo, limpiadores linguales … insistiendo en el modo de empleo y la duración del tratamiento indicado.
• Informamos al paciente que puede que tenga un poco de sensibilidad después de la limpieza oral, si es así y no desaparece en unos días, por favor, consúltenos.
• Le recordamos la periodicidad de la higiene dental profesional y la importancia de las revisiones periódicas.

Una limpieza profesional profunda es un tratamiento no invasivo que elimina los acúmulos de sarro adheridos en la superficie del diente a nivel del margen de las encías, evitando así que estos se acumulen e invadan el interior de la encía.

Por el contrario, un tratamiento de raspado o curetaje ya no es un tratamiento preventivo, sino que se realiza cuando la placa ha llegado hasta las raíces de los dientes.

A menudo se ha dañado la estructura ósea que sujeta los dientes, lo que potencialmente puede amenazar su pérdida

.El tratamiento de curetaje generalmente requiere el uso de un anestésico local, ya que podría ser un procedimiento doloroso, al introducir las herramientas necesarias para la limpieza del cálculo por debajo de la línea de las encías.

Para la mayoría de los pacientes, este tipo de tratamiento se realizará en intervalos de seis meses, aunque algunos pacientes pueden necesitarlos con más frecuencia, sobre todo al principio, para lograr conseguir la estabilidad de la enfermedad de las encías.

• Cuando se produce una lesión de caries o fractura muy grande.
• Cuando el diente ha queda dañado y con las paredes de su estructura muy debilitadas se ha realizado una endodoncia.
• Cuando se retiran grandes empastes antiguos de amalgamas o metálicos.

La fijación de las incrustaciones dentales se realiza en dos citas en nuestra clínica dental.

1. En la primera visita se extrae la parte dañada del diente para tomar sus medidas y forma mediante una impresión. Las incrustaciones deben ajustarse perfectamente al tamaño y forma de los dientes de cada paciente, para que no haya problemas de desprendimiento.
2. En la segunda visita colocamos la incrustación con exactitud sobre los dientes afectados, asegurado de esta forma la comodidad del paciente.

El día a día, los problemas, la familia, el trabajo y otras mil razones pueden producir un incremento considerable de tensiones, ansiedad y estrés.

Nuestro cerebro utiliza varías vías para manifestarlo. Una de ellas es que por las noches empezamos a apretar o rechinar los dientes incluso a veces lo hacemos de día. En esta situación se hace imprescindible una férula de descarga.

Si eres consciente de ser rechinador, apretador o te despiertas con dolor de mandíbula, escuchas chasquidos al masticar, empiezas a tener dolores de cabeza, cuello, recesión de encías o erosiones en la zona superior del diente, puede ser el momento de empezar a utilizar una férula de descarga.